domingo, 23 de octubre de 2011

Diario de abordo en fotos


No me he resistido a colgar esta montaje que tras algún tiempo sin tiempo, ni buen sofware para hacerlo, he confeccionado en estos días. Espero que os guste.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La abuela Adela

No hace muchos días escribía una entrada con el mismo título. Desgraciadamente hoy vuelvo a recurrir a él porque la abuela Adela ha muerto esta madrugada.
Por desgracia, su desgastado cuerpo no ha podido ya con la caída, la operación, el no poder andar, el haberla tenido que ingresar en el geriátrico, en fin, que se nos ha ido la abuela a sus 98 años. 
Si he de ser sincero, los primeros que se me vienen a la cabeza son mis hijos. La abuela, como se suele decir, descansó. La de veces que nos dijo que ella ya que hacía en este mundo, que Dios tendría que llevársela ya, y al pronunciar estas palabras, siempre una lágrima asomaba por sus ojos. La de veces que le dijimos que eso no era como queríamos sino como tuviera que venir pero que ella estaba bien y así podría ver crecer un poco más a sus bisnietos. Cuantas veces le dije que tenía que llegar hasta los 100 y que la íbamos a armar gorda ese día.
Pero volviendo a mis niños, ya con 13 y 10 años y habiéndo tratado, rozado, como decimos también, tanto tiempo a su bisabuela, el trago les será algo amargo. Las cosas son así y todos, más tarde o más temprano, tenemos que pasar por estas situaciones.
Como ya aprendí hace mucho tiempo, ahora la abuela Adela estará mucho más presente entre nosotros. La recordaremos, la querremos y nos reiremos con sus cosas. Parece ser que una vez que ya tuvo entre sus brazos a su último bisnieto, la abuela ya no tuvo más por lo que esperar y ahora sí, ya quiso Dios que estuviera con Él. Sólo espero que tras su muerte, no tenga que ver desde el cielo nada más que cosas buenas entre los suyos. Descansa en paz Adela. Un beso.

La abuela Adela. Año 1965. Foto de José Manuel Rico Peláez. (El tío Manolo)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Unos que llegan y otros que se van

No recuerdo en mucho tiempo unos buenos días tan agradables como los que ayer me dio mi nuevo sobrino Javier. Recién nacido ya pude ver su carita aunque nos separaban unos 30 km. No hay cosa tan grande como un bebé que llega a una familia. La alegría de todos, sobre todo de su madre, es indescriptible. Hoy lo he conocido "en personita" y es una monería. Lo han bañado y hasta le han peinado una raya en su escasito cabello claro. Ahora sólo queda pedir salud para él y toda su familia y que disfruten de él.
Pero hoy otro mensaje al móvil me estremeció por lo inesperado y por el cariño que le tengo a su hija y a su yerno, además de a otros miembros de su familia. Juani, al que el sábado todos le dábamos ánimos y le decíamos que todo iba a salir muy bien, como él mismo creía, "no voy a ser yo el tonto del 2 por ciento" nos decía confiado, nos dejaba esta mañana al no superar la operación a la que el lunes se sometió y sobre todo el postoperatorio de ésta.
Gracias a su familia y a él en particular yo descubrí lo que es un sábado del Rocío, recibiendo y cantándole al simpecado al paso por su casa y me hubiera gustado haber compartido con él otros muchos momentos en el Rocío pero ya tendrán que ser en el Rocío del Cielo.
A él también gracias por las veces que nos abrió las puertas de su casa para echar esos buenos ratitos que él sabía compartir con los demás.
Descanse en paz, Juani. Muchos ánimos a todos los suyos que saben que estará disfrutando de la Vírgen del Rocío como él siempre imaginó.

Javier

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