Desde marzo han pasado muchas cosas. En el recuerdo queda otra Semana Santa pasada por agua para no perder la costumbre y mi hermandad haciendo estación de penitencia en San Miguel, lo cual yo haría siempre, y un Sábado Santo distinto en Cádiz viendo muchas cofradías e imágenes nuevas en la Procesión Magna a la que gracias a un amigo pudimos asistir. Luego un espectáculo sobre el camino de Jerez hacia el Rocío que nos encantó a todos y nos confirmó las ganas de vivir este año el Rocío de manera diferente a los otros dos años que fuimos pero que finalmente la Vírgen ha querido que no sea este año, será cuando ella quiera porque nos ha encargado otra misión que acogemos con la preocupación normal de estas cosas pero con la fe puesta en que entre todos sacaremos esto adelante. Después una feria también nueva, con caseta más grande, con más arte y amigos que nunca pero también con más líos como suele ser habitual cuando uno da un paso adelante. También una nueva visita al hospital para quedarnos tranquilos o meterle mano de nuevo al estómago de Joselito, nuevos problemas adolescentes y un sin fin de detalles que el tiempo hace medio olvidar como no se pongan negro sobre blanco pronto. Espero que en todo esto, la Vírgen también esté siempre a nuestro lado.
En fin, que hay que seguir palante, apoyado siempre en los tuyos y con confianza porque si no, mejor nos acostamos y no nos levantamos.
