
Cuando se me planteó la posibilidad de tener a mi cargo el realizar esta breve reseña de mis tres compañeros, Tati y Chiru al cumplir 25 años de su labor docente en la casa y Antonio por su jubilación, el único temor que me preocupaba era que no fuera capaz de poder expresar el cariño y la admiración que por vosotros tres yo siento.
Y la mejor manera que tengo de demostraros ese cariño y esa admiración, si el resto de los compañeros me lo permite, es hablaros de la parte de mi vida que he tenido la suerte de compartir junto vosotros durante estos años. Así que de este modo lo haré.
Empezaremos por Tati, ya que he compartido con ella toda mi labor docente en esta casa: las clases, las fiestas, los charlas de pasillo, las reuniones, los exámenes, alguna que otra excursión, y no sólo la labor docente, también alguna que otra comida y alguna que otra copichuela desde que me incorporé al colegio en el entonces claustro de BUP-COU allá por septiembre de 1992.
Desde ese momento ella ha sido mi maestra en esto de la enseñanza. De ella he aprendido la práctica a la hora de dar clase porque con la teoría ya venía pero las tablas hay que adquirirlas día tras día. De ella he aprendido a sacar el máximo partido de cada uno de los chicos y chicas que tenemos a nuestro cargo durante unos años muy importantes para ellos. De ella he aprendido a no trabajar solo, en ella me he apoyado muchas veces aunque ella me decía que siendo yo el jefe, se haría lo que yo dijera pero era yo el que me sentía arropado por su saber hacer. Y en estos últimos años además doy fe de que tus desvelos por los chicos con más necesidades en lo educativo y en lo no educativo son dignos de que todo el mundo los reconozca. E igualmente con los grupos de los que últimamente has sido tutora, tus famosos 1ºs A, tu lucha por sacar adelante a todos aunque muchos andan bastante despistadillos es también digna de todos los elogios. Por último tan sólo un detalle y estoy seguro de que todos mis compañeros estarán totalmente de acuerdo conmigo. Eres la campeona mundial en dar información a los tutores cuando estos te piden datos sobre algún alumno porque tienen una entrevista con sus padres. Nos dices cuántas veces ha hecho o no los ejercicios, cuántas veces ha o no ha intervenido en clase, si charla o no charla, si se distrae o no, cómo pronuncia, cómo se expresa oralmente o por escrito, todas tus notas de clase y de los exámenes… en fin sólo deciros que no se me olvidará jamás la cara del auditor el curso pasado cuando vio todo lo que Tati apuntaba en el documento donde recogemos las entrevistas con los padres y con los alumnos. Ese hombre nunca había visto en ninguna otra auditoría lo que Tati es capaz de anotar, recordar y además hacer el seguimiento de todo lo hablado en cada una de las tutorías que mantiene con los alumnos y con sus padres. Yo creo, Tati, que después de aquello, todo lo demás que ese hombre vea por ahí le parecerá poquísimo comparado contigo. Un beso muy fuerte guapa, que tengas toda la felicidad del mundo porque te la mereces.
Sigamos con Chiru. Aunque pocos lo sepan yo le debo a Chiru en gran parte el estar esta aquí noche, entre otras cosas, porque hace ya unos cuantos años que yo pude seguir en el colegio porque ella dejó algunas clases para poder atender más tiempo a su familia y así yo pude asumir esas clases entre otras y pude compartir con ella durante un año la enseñanza en la formación profesional donde ella ha desarrollado una gran parte de su labor docente. Pero quiso la LOGSE que Chiru tuviera que venirse para la nueva ESO y el Bachillerato, una de las pocas cosas buenas que tuvo aquella reforma del sistema educativo. El fichaje de Chiru para nosotros y para mi en concreto supuso el conocer a otra de mis maestras en esto de la educación porque Chiru tiene siempre la palabra adecuada en el momento adecuado, acudo a ella para que me aconseje porque uno llega hasta donde llega y a veces necesitamos un empujón y allí siempre está ella, sin esconderse. Con ella como tutora de bachillerato y yo como coordinador he compartido momentos muy agradables con los chavales, y con el resto de los compañeros: charlas de patio, comidas y postcomidas, excursiones donde nos hemos reído un rato, salidas y visitas donde se deja de lado el charlar del trabajo y se profundiza en conocer más a la persona y por ello me enorgullece muchísimo el saber que Chiru es hoy por hoy mi amiga aparte de mi compañera. Porque Chiru ha sido una de mis cicerones en Roma y en Florencia en los dos últimos viajes de estudios de segundo de bachillerato que hemos compartido, este año hago un paréntesis pero el curso próximo repito, te lo prometo y en una de esas conversaciones en Roma, salió el tema de por qué lo de “Chiru” y respondiste que desde niña tu familia y tus amigos, la gente que te quiere en definitiva, siempre te ha llamado Chiru y desde ese momento yo ya no te he vuelto a llamar Mercedes y si hace cuatro días se me escapó un “Mercedes” bajando las escaleras, bien que me lo corregiste. Un beso muy fuerte. Sé que siempre puedo contar contigo.
Y termino con Antonio. Los compañeros de FP han sido los que más han disfrutado de tus enseñanzas en tu carrera profesional. Sé también que trabajaste mucho tiempo en astilleros y que compaginabas las dos labores. Pero tu vocación siempre fue la enseñanza como comentaste durante la comida que compartimos el pasado septiembre con los demás compañeros de la secundaria y el bachillerato, ese nivel en el que sólo has estado unos pocos años pero donde has dejado tu señorío, tu buen hacer y el cariño de todos porque yo Antonio cuando sea mayor quiero ser como tú. Quiero poder decir, como tú nos dijiste en esa comida a la que antes me refería, que he tenido el honor de dedicarme profesionalmente a lo que era mi devoción, la enseñanza. Quiero que mi familia me quiera tanto como la tuya te quiere a ti, quiero que mis alumnos me recuerden como un gran profesor y mejor persona como tus alumnos te recuerdan a ti y te lo demostraron en el final de curso de 2º de bachillerato el pasado junio haciéndote aquel regalo y demostrando públicamente el cariño que sentían por su maestro aunque también he de decirte que yo he visto batir el record mundial de los 100 metros lisos en el pasillo de 1º de bachillerato y ríanse ustedes de Usain Bolt, a algún que otro alumno que conociendo tu exquisita puntualidad sabía que o corría que se las pelaba o no entraba en clase y vaya si no entraba porque la llave de la clase, después de haberla cerrado, la tenías tú en el bolsillo.
En fin Antonio sabes de mi admiración y cariño por ti y me gustaría seguir viéndote por aquí o paseando por Cádiz o compartiendo alguna que otra buena comida con el resto de los compañeros.
A los tres, y termino, mucha suerte y muchas gracias por estos años que he tenido el privilegio de compartir con vosotros y espero que pueda seguir disfrutando de vuestra amistad siempre. Gracias.