domingo, 25 de abril de 2010

Mamma Mia


3 horas de buena música, buenos cantantes, bailarines, actores. Me gustó Mamma Mía. Y eso que no tenia controlado el día, con los líos de estos últimos días; quizás así fuese mejor. Nina tiene una voz espectacular, como comentábamos al día siguiente, a veces parece que tiene que contenerse para no dejar en evidencia a los demás. El resto de Las Dynamos, muy simpáticas, de hecho en este número de la foto, lo bordan y te ríes un rato. La chica que se casa tiene una voz dulce, dulce, dulce y el resto del elenco bien. Mención especial para la orquesta. Una maravilla.
Como digo, un rato muy agradable, volviendo a recordar canciones de hace algún año, como ya hiciéramos con Hoy no me puedo levantar y como volveremos a hacer con otros que vengan porque es una fórmula que funciona ésta para volver a poner en escena un musical que parece estaban de capa caída. Una historia, unas con más enjundia que otras, canciones muy conocidas, buenas voces y buenos bailarines.
Dejo para el final la alegría que nos dió volver a ver a Isa después de algún tiempo participando en el musical. Incluso pudimos saludarla y como siempre, muy linda y simpática. Nos alegramos mucho de que esté haciendo lo que le gusta, cantar y sobre todo bailar, ahora aquí y seguro que durante algunos años en otros montajes. Un beso para ella.

sábado, 17 de abril de 2010

Un buen susto












Y llegó un tercero, cuarto y quinto domingo de Cuaresma pero no tuvo uno tiempo de blogear aunque imágenes se vivieron muchas y podéis verlas. Llegó la Semana Santa, muy linda como siempre. Un Domingo esplendoroso, un Lunes lluvioso (para no variar) en el que recé mucho y me acordé mucho y donde volví a portar sobre mi hombro a la Vírgen esperando poder hacerlo algún que otro año más sea el trayecto más corto o más largo, eso Ella lo decidirá. Martes de grata comida en casa de Jesús y Belén para ver los judios; aunque habían llegado hace poco de viaje no quisieron que sólo durara un año la "tradición" de reunirnos en su casa el Martes Santo para desde sus balcones y su azotea disfrutar del discurrir de la cofradía de mi padre. Miércoles, Jueves, la Madrugá donde Esperanza pudo por fin hacer por primera vez su recorrido entero y acabar con su carita sonsorada y sonriente como si no hubiera estado once horas acompañando a su Sentencia y su Esperanza. Y José Manuel disfrutando de esas horitas, como debe ser. Y el Viernes Santo, espectacular como siempre. Todo es distinto año tras año pese a que a algunos les pueda resultar igual. Y esperando algo más de un año hasta la próxima.

Ayer me llevé un gran susto. En las noticias oí el accidente de un helicóptero militar en Haiti. Pensé llamar pero no quise ser pájaro de mal agüero. Bástase. Por fin, pese evidentemente a la pena por la muerte de cuatro hombres jóvenes, entre ellos no estaba Xabi. No quise pensar en nada por aquello del agüero de antes, menos mal. En pocos días estará aquí. Habrá que celebrarlo.
Y ayer también una decepción: Patri y José Miguel parece que han perdido el niño que esperaban. Mucho ánimo para los dos. Esto no es más que el preludio de una nueva ilusión porque ya veréis cómo otra vez una vida nueva empezará su camino en el vientre de Patri.
Muchos besos.
Y si algo o alguien se me olvida, por favor que me perdone y a ver si yo me acuerdo y tengo más tiempo para andar por aquí.

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