Evidentemente Turín y sus alrededores, tuvieron también el componente de conocer sitios nuevos. Empecemos por Turín. Precioso el centro. Como nos cogieron allí los festejos por el 150 aniversario de la unificación italiana, hubo noche blanca la cual aprovechamos para visitar el Museo Egipcio y el Palacio Real. Ya mi compañero Manolo Mancheño me dijo que si podía no me perdiera el Museo Egipcio y aparte del expolio que podemos comentar, impresiona la sala de la planta baja. Aunque la foto es el móvil os la cuelgo. El Palacio Real mereció la pena aunque sólo vimos parte. Impresionante la arquitectura y la decoración, no es de extrañar al ser Turín la primera capital italiana y residencia de los reyes de Italia.
La Catedral me gustó aunque evidentemente el mayor aliciente es la Sábana Santa, de la que no se ve nada. Está en una capilla, dentro de un enorme arcón donde la gente reza.
Los paseos por Via Garibaldi, la iglesia de la Consolata (preciosa, con tres alturas), los helados, la pizza del último día, la cerveza a 10 € en una plaza preciosa, las iglesias, la Mole Antoniana, el Po, las demás plazas y calles del centro son otros aspectos que me gustaron mucho, si te sales de allí, edificios un tanto feos y oscuros y poco más. Evidentemente siempre quedan cosas por ver.
La Casa Madre donde nos alojamos merece capítulo aparte. De cómo era aquello cuando Don Bosco llegó, de la Capilla Pinardi, después la Iglesia de San Francisco de Sales, el edificio donde vivían y el primer oratorio, tenemos ahora todo gracias a Dios, pero también una preciosa basílica y colegios de secundaria y FP que son la esencia de la congregación. La verdad es que solo tengo palabras de agradecimiento y elogío para todo y todos. Espero repetir algún día.
Ver el Colle, al lado de la casa de Don Bosco y todos los lugares donde Don Bosco estudió y empezó su trabajo, los lugares de Domingo Savio, Chieri, etc, han sido un privilegio para mí. Espero volver si se da la oportunidad y agradezco a Juan Carlos haber podido hacerlo. Otra cosa que se aprende también es que el Cardenal Mendoza sigue abriendo muchas puertas.

martes, 19 de abril de 2011
Turín I
Hoy, Martes Santo, en el que ninguna de las 4 cofradías han salido a la calle por el mal tiempo, tengo un ratito para asomarme por aquí y contar los días en Turín de Ejercicios Espirituales en los lugares de Don Bosco.
Hacía mucho tiempo que no tenía la oportunidad de vivir momentos como estos. Desde los tiempos de las convivencias en Campano o en la Casa de la Cartuja, Palacio como diría Alain, o en Sanlúcar la Mayor, ya de profe, no había tenido ratos a solas para pensar, rezar y buenos estos también han sido unos ejercicios un tanto distintos porque he tenido la oportunidad de conocer los lugares donde Don Bosco creó e inició su trabajo con los jóvenes en Turín y los pueblos cercanos.
Como comentaba en el resumen cada día trajo su ocupación. Después de los aviones, que siempre aunque uno no lo quiera merecen un respeto, el traslado por carretera, lloviendo, fue el principio de 48 horas seguidas lloviendo, llega el primer día donde fue mi hijo y su pronta primera comunión la que sin querer casi ocupó mi pensamiento y mis rezos de ese día. Aunque él nota que para nosotros ese día será importante porque recibirá por primera vez a Dios y lo tendrá dentro de él para guiarle por buenos caminos por su vida, siempre te queda la duda de si no pudieras hacer o decir algo más. Supongo que el ejemplo que le demos será también lo más importante.
En el segundo día surgíó la figura de mi madre, de ella me acordé todo el día, por ella recé y a ella le pedí por todos. Siempre para mí será una pena el que se tuviera que ir tan pronto y habiendo sufrido tanto la enfermedad porque eran muchas las cosas que tenía todavía por delante para disfrutar.
Otro de los días fue para mi mujer, para mi matrimonio. No dejo de dar gracias a Dios por haber puesto en mi camino a la mujer con la que quiero estar hasta el fin y aun después. Todos sabemos que no es fácil, que a veces hacemos cosas de las que no nos sentimos demasiado orgullosos, que a veces somos un tanto egoistas pero yo no sería ni la mitad de lo que soy sin ella.
Mi hija y sus trece años, su nueva etapa en el instituto, su nueva etapa en su vida fueron la ocupación de otro día. Sólo le pido a Dios que nos ilumine para que sea feliz y le podamos transmitir el ser buena persona, y encaminarla bien en todos los retos que tendrá que afrontar.
Mi profesión ocuparon otro día, las clases, los chicos, los compañeros, las responsabilidades. Sólo le pedi a Dios fuerza, ganas, ilusión y saber dónde puedo hacer las cosas mejor para mí y para los demás.
Y el último día, como no quería que nada ni nadie se me olvidaran, tened por seguro que nada ni nadie se me olvidaron.
Hacía mucho tiempo que no tenía la oportunidad de vivir momentos como estos. Desde los tiempos de las convivencias en Campano o en la Casa de la Cartuja, Palacio como diría Alain, o en Sanlúcar la Mayor, ya de profe, no había tenido ratos a solas para pensar, rezar y buenos estos también han sido unos ejercicios un tanto distintos porque he tenido la oportunidad de conocer los lugares donde Don Bosco creó e inició su trabajo con los jóvenes en Turín y los pueblos cercanos.
Como comentaba en el resumen cada día trajo su ocupación. Después de los aviones, que siempre aunque uno no lo quiera merecen un respeto, el traslado por carretera, lloviendo, fue el principio de 48 horas seguidas lloviendo, llega el primer día donde fue mi hijo y su pronta primera comunión la que sin querer casi ocupó mi pensamiento y mis rezos de ese día. Aunque él nota que para nosotros ese día será importante porque recibirá por primera vez a Dios y lo tendrá dentro de él para guiarle por buenos caminos por su vida, siempre te queda la duda de si no pudieras hacer o decir algo más. Supongo que el ejemplo que le demos será también lo más importante.
En el segundo día surgíó la figura de mi madre, de ella me acordé todo el día, por ella recé y a ella le pedí por todos. Siempre para mí será una pena el que se tuviera que ir tan pronto y habiendo sufrido tanto la enfermedad porque eran muchas las cosas que tenía todavía por delante para disfrutar.
Otro de los días fue para mi mujer, para mi matrimonio. No dejo de dar gracias a Dios por haber puesto en mi camino a la mujer con la que quiero estar hasta el fin y aun después. Todos sabemos que no es fácil, que a veces hacemos cosas de las que no nos sentimos demasiado orgullosos, que a veces somos un tanto egoistas pero yo no sería ni la mitad de lo que soy sin ella.
Mi hija y sus trece años, su nueva etapa en el instituto, su nueva etapa en su vida fueron la ocupación de otro día. Sólo le pido a Dios que nos ilumine para que sea feliz y le podamos transmitir el ser buena persona, y encaminarla bien en todos los retos que tendrá que afrontar.
Mi profesión ocuparon otro día, las clases, los chicos, los compañeros, las responsabilidades. Sólo le pedi a Dios fuerza, ganas, ilusión y saber dónde puedo hacer las cosas mejor para mí y para los demás.
![]() |
Los Alpes |
![]() |
El Colle |
![]() |
La Basílica |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Seguidores
Archivo del blog
-
►
2014
(1)
- ► septiembre (1)
-
►
2012
(12)
- ► septiembre (1)
-
►
2010
(22)
- ► septiembre (2)