Segundo plato porque en años anteriores la última escala de este crucero era Túnez pero debido a las revueltas en este país esta postrera parada se ha trasladado a Palermo.
Nada de madrugar, por fin. Desayuno tranquilo y a media mañana bajamos del barco y enseguida se nos acercaron algunos de aquellos que intentan ganarse la vida con esto del turisteo: tren turístico, autobús turístico, coches de caballos, taxis turísticos. Además tendrán que aprovechar mientras dure la coyuntura y estarán deseando que los problemas en Túnez sigan y sigan. 40€ les costó un paseo en coche de caballos a nuestros vecinos de cena.
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Teatro Massimo |
Antes de salir, he de decir, que dos empleados del puerto, muy amables por cierto, nos indicaron con plano incluido, el recorrido turístico que más nos convenía y que se podía hacer en un par de horas.
Así que carretera y manta. Plano en mano nos adentramos en la ciudad. Aunque es la hermana pobre del crucero y como ya sabéis que yo soy fácil de contentar a mí me gusto la ciudad. Vimos primero el teatro Massimo,después seguimos hasta la catedral con un pórtico de tres arcos de influencia aragonesa según he leído. Otra de las cosas que me gustó, eso de la influencia aragonesa, que también se medio vio en Nápoles y que vimos y nos explicaron en Zaragoza el año pasado, Nápoles y Palermo, entre otras, pertenecieron a Aragón primero y a la corona de España mucho tiempo. También se encuentra en la catedral Santa Rosalía, la patrona de Palermo.
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Quattro Canti |
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Quattro Canti |
Continuamos hacia la plaza de las cuatro esquinas, Quattro Canti, muy parecida a una que hay en Roma, salvando las distancias. En cada esquina de la plaza hay una fuente dedicada a las estaciones del año. En Palermo, antes de la última medio visita compramos, por fin, los souvenirs: figuras de cristal de murano per tutti y un llavero para mi padre. Yo también pillé algunos imanes para el frigo y tapones de corcho para las botellas (porca miseria).
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Catedral de Palermo |
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Palacio Real |
Y la última medio visita fue por fuera y de lejos el Palacio Real (Palazzo dei Normanni) del que poco puedo decir ya que los niños, ay, estaban cansados y había que regresar al barco, lo cual nos salió muy bien porque nuestros amigos sevillanos nos dijeron que desde el palacio un autobús urbano te llevaba hasta muy cerca del puerto. Lo que no nos dijeron es que también era gratis porque ya se sabe, en Italia el conductor no cobra, alli todo el mundo compra el biglietto antes, pero nosotros, ¿qué biglietto íbamos a comprar? Así que "palante" y como no vino nadie a reclamarnos nada, nos bajamos cerquita del puerto, compré los souvenirs que dije antes y al barco.
La tarde y la noche, muy tranquila, cerveza, almuerzo, siesta, bingo (nada de nada), cerveza, cena, café, espectáculo homenaje a Michael Jackson, muy bueno, como todos, copita y a dormir. Buena vida.